¿Qué come?
Su dieta se debe componer principalmente de heno y pienso para chinchillas. El heno, que aporta grandes cantidades de fibra es muy importante para mantener la salud de la chinchilla durante muchos años. Se le pueden añadir a la ración diaria vegetales frescos fibrosos (tronco y hojas de apio, escarola, hojas de zanahoria...), hierbas aromáticas frescas o secas (romero, tomillo, menta, perejil...) e incluso césped y tréboles del jardín, siempre y cuando no provoquen diarreas. Es recomendable limitar el aporte de fruta para evitar alteraciones de la flora intestinal, aunque se pueden ofrecer ocasionalmente frutas con poco azúcar (cítricos, melón, sandía). Los frutos secos, especialmente las nueces, aportan ácidos grasos esenciales que ayudan al mantenimiento del pelaje, y se pueden ofrecer con moderación (una nuez o dos por semana), especialmente en la época de muda.